Hola! Soy Romina, y te quiero contar que la primera profesión para la cual estudié y luego trabajé fue Técnico de Laboratorio. Y gracias a ella, descubrí este maravilloso camino. En aquel momento, vivía contracturada por mi posición de trabajo y también por situaciones que me superaban y terminaban somatizadas en mi cuerpo. Así que, decidí realizar alguna actividad que me ayudara a mejorar el estado de mi cuerpo y de mi mente.
Recuerdo que estaba totalmente decepcionada de mi misma, al no poder disfrutar de lo que hacía, en realidad, estaba insatisfecha con casi toda mi vida. Avanzaba sin rumbo, sin un propósito profundo, sólo el de sobrevivir a cada día.
Y así, busqué y encontré un lugar para practicar Yoga... y al cabo de unos meses me sentía mucho más aliviada de tensiones. Y mi profe, Martha, enseñaba con tanto amor y dedicación que terminó despertando en mi las ganas de aprender más sobre esta disciplina, pero sin pensar en dedicarme a ello.
Las condiciones en mi trabajo no eran las mejores, por lo que al completar mi primer año de estudio del Yoga, y al descubrir cuánto había cambiado mi percepción sobre mi vida, me dí cuenta que era algo que quería transmitir y enseñar.
Cuando finalicé el profesorado, decidí, con muchas dudas, miedos y algunos ahorros, cambiar el rumbo de mi vida profesional. Al comienzo no fue fácil, pasar de tener un ingreso mensual seguro, a depender de las personas que asistieran a clases cada mes. Había meses con dos o tres personas, clases que no iba nadie...pero la clave fue pensar a largo plazo,me propuse hacer un balance cuando igualará la cantidad de años que había trabajado como técnico de laboratorio, que fueron 5, y recién ahí estaba en condiciones de sacar conclusiones y decidir si seguir o cambiar nuevamente...
Verán que al cabo de esos 5 años, el balance fue muy positivo, quizás no tanto desde lo económico, pero si desde mi salud física y mental... encontré un camino, una misión...y siempre digo que el Yoga y la Meditacion, además de ser mi trabajo, son mi sostén en mis peores momentos, me renuevan la energía y me conectan con personas maravillosas.
Hoy, después de 13 años en este camino, quiero compartir mis conocimientos y mis experiencias, y no es que sepa todo a cerca de la vida, porque aún sigo y sé que siempre seguiré aprendiendo. Sino que pretendo compartir mi mirada hacia la vida que nos toca transitar.
Durante estos años he aprendido a dejar la queja para buscar soluciones y luego accionar; y también a dejar de culpar al resto, lo cual conlleva una gran responsabilidad: hacerse cargo de las propias decisiones y de las consecuencias de esas decisiones.
Todas las prácticas y las experiencias que comparto son las que me han ayudado y me ayudan cada día a amar mi vida y todo lo que hay en ella. Y me impulsan a seguir mejorando.
Quiero que te lleve menos tiempo y dinero de lo que a mi me costo llegar hasta acá y también quiero conocer tus propias vivencias...
